¿ Cifras de empleo o cifras de paro ?

 

PROGRESA, desde una mirada objetiva a las cifras de empleo de 2016, no podemos mas que mostrar nuestra insatisfacción con los datos, cuyos números dicen cosas positivas, pero la realidad de los números, encierra que los contratos temporales siguen utilizándose para alterar la verdad, jugando con estas tan estupendas cifras que nos venden.

“Desde PROGRESA, no creemos que estas sean las cifras de empleo de 2016, sino que seguimos creyendo que son las cifras del paro de 2016”, señala el Secretario General de PROGRESA.

Desde PROGRESA exigimos al Ministerio de Empleo y Seguridad Social que ofrezca datos claros sobre que tipos de contrato laboral se realizan y su duración, no podemos aceptar que se puedan contabilizar como nuevos empleos los que se realizan a la misma persona, varias veces, en el mismo año.

El número de parados en España ha disminuido en 390.534 personas, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Empleo. Unas cifras que podrían haber sido gratificantes para PROGRESA, pero que se oscurecen al ser empleos que, en su inmensa mayoría (90%), son temporales y precarios.

Desde PROGRESA exigimos al Ministerio de Empleo un ejercicio de transparencia en el que ofrezca todos los datos sobre los tipos de contrataciones. Si a una misma persona se la despide y contrata cuatro veces en un año, no son cuatro puestos de trabajo nuevos, sino sólo uno. Si se están haciendo contratos mensuales, no pueden hacerlo constar como que por un mes trabajado se haya producido en el año un puesto de trabajo, ya que de esta forma es muy fácil alterar la realidad del paro y el empleo en España.

Necesitamos empleos que permitan tener perspectivas de futuro a las familias y jóvenes. No queremos el empleo temporal, que supone una perspectiva de trabajo incierta e insegura. Desde este sindicado apoyamos una creación de empleo más lenta, si esto supone un empleo estable y de calidad, ya que sólo así es posible una regeneración real.

PROGRESA exige al Ministerio de Empleo que dé un paso adelante y regule el contrato indefinido como único contrato en España. No se puede seguir engañando a la sociedad española con cantos de sirena, cuando todos sabemos que esto no contribuye en nada a la creación de empleo real, ni a una mejora en afianzar la economía de la sociedad española.

Es verdad que estos últimos datos han suavizado en parte el desequilibrios del mercado laboral. Por un lado, el paro juvenil cayó en el último año en 47.607 personas, una reducción del 13%. Además, también se ha incrementó el empleo indefinido en un 6% mas o menos, siempre teniendo en cuenta que este aumento se debe a los picos de consumo como ha ocurrido sobre todo en diciembre que se ha dado un 13,38% más que en el mismo mes del año anterior.

No podeos obviar que la campaña de navidad sobre todo, además de las campañas de rebajas y el verano, haya supuesto el empuje a los datos de este año, pero estos datos solo aseguran lo que sabíamos, el aumento del empleo es circunstancial y se da en momentos muy concretos, pero no es permanente y todo esto sin entrar en los salarios que se pagan por estas campañas.

Por sectores económicos, el descenso del paro anual se concentró en el sector servicios (208.053 personas), seguido de la construcción (77.249 personas), la industria (48.009 personas), el colectivo sin empleo anterior (32.569 personas) y la agricultura (24.654 personas).

Por comunidades autónomas, los mayores descensos absolutos fueron para Andalucía (79.897 personas), Cataluña (62.023) y Comunidad de Madrid (46.985), si bien en términos relativos las mayores caídas anuales se dieron en La Rioja (13,08 %), Cataluña (12,03 %), Baleares (11,71 %) y Castilla y León (11,66 %).

Para PROGRESA, sin duda, este ritmo de creación de trabajo resulta excesivamente lento y es en una gran parte puramente ficticio, para que puedan resistir las miles de familias y trabajadores que se encuentran en un situación límite o muy delicada. Por lo que pedimos medidas más eficaces para lograr remontar -de verdad- la crisis económica, sin olvidarnos de reclamar la dignidad en los empleos que tanto olvidan muchos empresarios y el estado, debiendo este de acometer una “reforma” a fondo de la reforma laboral.