La recuperación del mercado laboral se ha acelerado al comienzo de 2017. La afiliación a la Seguridad Social el mes pasado aumentó en 212.216 cotizantes con empleo, el mayor aumento de un mes de abril, hasta los 18,12 millones, según el Ministerio de Empleo. Y el paro registrado ha bajado en 129.281 desocupados.
Si hay que tener en cuenta que esta recuperación es debida en una gran parte a la Semana Santa, que este año ha caído más tarde y retrasó sus efectos laborales. La evolución de la afiliación en ramas como la hostelería, donde el número de cotizantes asalariados ha crecido en 96.069 en un solo mes, lo confirma, es por tanto una grata noticia esta recuperación pero vamos a ver cuál es su permanencia en números.
Es cierto y no vamos a negar que estas cifras no son algo nuevo y que mantienen una evolución positiva, ya que el paro registrado cae un 3,5% en abril respecto al mes anterior hasta los 3.573.036 desempleados, su mayor caída mensual histórica gracias al efecto Semana Santa, y el nivel más bajo de desempleo desde julio de 2009 y que respecto a hace un año el número de desempleados disminuyó en 438.135 personas, lo que supone una caída en términos relativos del 10,9%.
Por sectores económicos, el paro se redujo en todos, pero principalmente en servicios (96.672 personas menos, una reducción del 3,85%), seguidos de la agricultura, con 11.330 menos (-6,14%); construcción -8.944, (-2,54%); industria -8.264, (-2,46%), y en el colectivo que busca su primer empleo bajó en 4.071 personas (-1.28%).
En las comunidades autónomas, el paro cayó en todas ellas, sobre todo en Andalucía (33.984), Cataluña (20.266) y Madrid (12.375).
Por provincias, el paro bajó en 51 de ellas, principalmente en Madrid (-12.375), Barcelona (-10.573) y Baleares (-10.001) y subió sólo en la ciudad autónoma de Melilla, con 162 desempleados más.
Sobre los contratos, poco que decir, sigue siendo el borrón que mancha el ámbito laboral de este país En abril se registraron 1.604.476 contratos, la cifra más alta de la serie histórica en un mes de abril y un 4,07% superior a la de abril de hace un año, con 62.747 contratos más que entonces. En concreto, se registraron 151.448 contratos indefinidos o convertidos en indefinidos, el 9,4% del total (+3,8%) y 1.453.028 temporales (101.317 menos).
De los contratos fijos, 87.757 fueron a tiempo completo, y 46.111 a tiempo parcial, así como 17.580 fijos discontinuos.
En el cuarto mes del año se realizaron más de 1,4 millones de contratos de carácter temporal, de los que el 26,7% eran eventuales por circunstancias de la producción a tiempo completo y el 26,6% de obra o servicio, también con jornada completa. Por su parte, los contratos temporales con jornada a tiempo parcial supusieron el 31,8%.
Por tanto la caída del paro sumado a esto, nos da que en el total de contratos el 90,6% son temporales, poco dice esto del mantenimiento del trabajo, produciéndose de nuevo algo puntual en la mayoría de los casos y verificando que la semana santa ha sido la gran culpable de estas buenas cifras de paro y tan malas del tipo de contrato empleado en esta caída.
El paro afecta más a las mujeres, aunque el paro bajó en abril en ambos sexos, lo hizo en mayor medida entre los hombres. Así, el desempleo masculino retrocedió en 69.158 desempleados (-4,3%) y el femenino, en 60.123 paradas (-2,9%), situándose el total de mujeres en paro en 2.026.256 y el de varones, en 1.546.780.
Por su parte, el desempleo entre los menores de 25 años se redujo en el cuarto mes del año en 19.292 personas.
Entre los extranjeros, el paro disminuyó en 21.474 personas (-4,9%) respecto a marzo, hasta contabilizar 417.795 desempleados foráneos, de los que 147.498 procedían de un país miembro de la Unión Europea y 270.297, de uno extracomunitario.
En total, los inmigrantes en paro sumaban al finalizar el mes pasado 417.795 desempleados, con un descenso de 54.595 parados (-11,5%) respecto a abril de 2016.
Siempre hay que tener en cuenta que la reducción de paro no es un dato real y objetivo, no son los contratos hechos y los contratos rescindidos puramente, en estos números cuenta el que deja de estar apuntado al paro, el que se va al extranjero, etc, no quiere decir estos números que estas personas estén ocupadas en un 100%, aunque si en una gran mayoría, pero sigue siendo bochornoso que en un país donde se quiere recuperar la economía, sigan apostando por el contrato temporal y empleos precarios, poco dignos y de salarios paupérrimos. En PROGRESA nos gustaría decir que vemos que las políticas de empleo barajadas y aplicadas van por el camino adecuado, pero lo único que vemos es como se intenta dar un gran rodeo paliando el efecto de empleo digno, con empleos de segunda que no hacen repuntar la economía de este país como deberían. Señores de los distintos gobiernos, empleo es aquel que hace que al menos puedas ser un pobre trabajador, no un trabajador pobre.