Desde PROGRESA, estamos en total desacuerdo con el cierre de la residencia, que cambiara las condiciones de trabajo y obligara al traslado “FORZOSO” de los trabajadores de la residencia, así mismo obligara a los 48 ancianos residentes, a reubicarse en otras residencias, en algunos casos, fuera de su barrio de toda la vida.
Los vecinos se quejan del traslado de un centro de menores, y se preguntan ¿»no es apta» para mayores dependientes pero sí para trasladar a menores al centro?, únicamente creen que el centro de menores molesta en una zona noble de Madrid.
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